Las normas de seguridad contra incendios, pueden tomar dos direcciones: una es mediante un camino prescrito, donde se deben seguir pautas específicas para lograr el nivel de seguridad establecido. El otro, es un camino por desempeño, en el cual es indispensable la experiencia profesional. Con el rápido desarrollo de la tecnología, las nuevas técnicas de construcción y la innovación en los diseños, la mayoría de los países desarrollados se encuentran en una transición entre una regulación prescrita y una regulación más flexible e innovadora dictada por el desempeño. Este artículo quiere proponer un posible camino de desarrollo para las normas contra incendios en Colombia.
El enfoque prescrito es relativamente sencillo. Inicialmente, el edificio se clasifica, luego se realiza una evaluación de riesgos, y finalmente, se aplica la directriz dictada por la norma, lo que en esencia debería llevar a un nivel de seguridad satisfactorio. Sin embargo, bajo este enfoque se generan algunos problemas, tales como: una errónea interpretación del código; las medidas implementadas podrían no estar acordes al riesgo; las normas podrían no tener sentido; o simplemente el diseño del edificio podría no ajustarse a los estándares. El problema principal de las normas prescritas, es que en muchos casos se aplican sin comprender el objetivo original de la regulación.
Un ejemplo de normas prescritas, es el sistema regulatorio propuesto en las normas Nacional Firme Protección Asociación – NFPA de Estados Unidos, dentro de los códigos NFPA no se requiere evaluar la idoneidad de las medidas implementadas para cada caso en particular. De igual manera, estas normas son altamente específicas e inflexibles, por esta razón existen más de 300 códigos y estándares. En este escenario, el trabajo principal de un ingeniero contra incendios en Estados Unidos es ser un buen consultor de los códigos, donde la competencia de la profesión se mide en la capacidad de navegación de estos documentos.
El enfoque de ‘talla única’ donde una norma aplica para todos los edificios se vuelve irrelevante en este caso, y se aplica solo para diseños convencionales. Por otro lado, un diseño basado en desempeño utiliza los principios básicos de ingeniería, así́ como el entendimiento de los fenómenos que desarrollan el fuego para diseñar medidas de seguridad contra incendios. Este enfoque debería aplicarse en edificaciones que no se adapten a las normas establecidas. No obstante, este camino también ha enfrentado algunos desafíos: primero, pueden existir inconvenientes con la aprobación de los diseños ante las autoridades competentes por falta de un marco regulatorio; segundo, diseños deficientes podrían aprobarse por falta de conocimiento, experiencia o falta de profesionalismo y finalmente, altos niveles de ética y profesionalismo son esenciales para asumir la responsabilidad de los diseños.
La regulación de seguridad contra incendios en Colombia data de 1979, cuando la Asociación Colombiana de Ingeniería Sísmica comenzó́ a trabajar en un borrador para el primer código de construcción en Colombia. A finales de 1985, después del terremoto de Popayán, que destruyó la ciudad, se hizo obligatoria la implementación de este código. Posteriormente, el Congreso de la República aprobó́ la Ley 400 de 1997 en virtud de la cual se emitió́ el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente NSR-98. Desde entonces, se emitió́ una actualización en 2010 y se planea otra actualización para el 2020. Dentro de la NSR-98 se publicaron por primera vez los capítulos J y K que hablan sobre los requisitos de seguridad humana y contra incendios. Estos requisitos están basados en el código de seguridad humana NFPA 101, aun así́, no todos los numerales fueron adoptados, por lo cual en este momento se tiene un código prescrito incompleto.
Bajo esta regulación se presentan dos escenarios: por un lado, una minoría de ingenieros que entienden las limitaciones de la regulación e intentan seguir la normativa americana y que a su vez se ven enfrentados a algunos problemas, tales como diseñar soluciones contra incendios para proyectos innovadores con pautas prescritas, o problemas con la autoridad competente al momento de la aprobación de los proyectos, o el desafío de adaptar la normativa a un contexto social diferente. Por otro lado, otra porción de practicantes de ingeniería contra incendios que aplican los códigos colombianos ciegamente, muchas veces haciendo lo mínimo necesario para obtener la aprobación de la autoridad competente, sin pensar si en verdad están garantizando edificios seguros.
Para avanzar en la implantación de medidas de seguridad contra incendios, Colombia requiere desarrollar dos caminos paralelos. En el primero, es necesario reforzar la regulación prescrita existente, para esto es imperativo analizar el objetivo de los códigos americanos y comprender el origen de algunos números arbitrarios, de igual manera, se debe definir si esas reglas son válidas para el contexto nacional. En el segundo, debe hacer apertura a una opción de diseño por desempeño, para implementar procesos seguros. Los ingenieros contra incendios deben preparase y adquirir nuevos conocimientos basados en la experiencia para poder hacer uso de una ingeniería fundamental y crear un modelo a la medida.
En conclusión, actualmente existen dos modelos de regulación de la ingeniería contraincendios. Uno con un enfoque prescrito, adecuado para los proyectos convencionales y otro para construcciones únicas un modelo por desempeño. En Colombia, es necesario por un lado actualizar y mejorar la regulación prescrita existente y por otro lado exigir estrictamente su implementación. Significa entonces, que es fundamental el fortalecimiento del profesionalismo y el conocimiento en los ingenieros contra incendios.
