El 5 de febrero de este año en Andover, Reino Unido, se inició un incendio en una central de distribución en línea de productos alimenticios. De acuerdo con los reportes, el incendio comenzó en la madrugada. Sin embargo, el sistema de detección no funcionó apropiadamente. El incendio fue reportado manualmente, media hora después, por un ingeniero de turno. Once minutos después de la alerta, el. sistema de rociadores automáticos fue activado. No obstante, este fue apagado por cinco minutos, lo cual generó un crecimiento exponencial del incendio. Al notar esto, los ingenieros de turno volvieron a encender el sistema de rociadores y llamaron a la central de bomberos. Quienes reportaron que una intervención no era posible. El incendio ardió por 4 días, tuvo un costo aproximado de 100 millones de libras esterlinas y afecto más de 400 puestos de trabajo directos.
Las bodegas de almacenamiento y centros de distribución de grandes superficies combinan un alto riesgo de incendio con un alto almacenamiento de bienes, lo cual, afecta directamente la continuación del negocio, siendo uno de los incendios más costosos junto con los industriales. Por esta razón, generan una gran preocupación por parte de los propietarios. Sin embargo, la reducción de la capacidad de almacenamiento no se ve como una opción viable, lo que ha generado que varios códigos prescriptivos describan minuciosamente las medidas de protección existentes para este tipo de espacios. En esta ocasión queremos presentar tres elementos que impactan el riesgo de incendio en las bodegas de almacenamiento y como estos se están exacerbando con los nuevos modelos de almacenamiento automático.
Usualmente, la clasificación se hace basada en la carga de combustible presente. Con el objetivo de implementar el sistema de mitigación más apropiado, se debe ser preciso en la clasificación del almacenaje. Existen códigos que se pueden utilizar como guías, tales como NFPA 13 o EN12845. Sin embargo, estas guías usualmente excluyen elementos con peligros especiales como aerosoles, líquidos inflamables, baterías, entre otros. Es importante tener una lista completa de productos almacenados que detalle la carga de combustible que representa. De esta manera se podrá adaptar el sistema a los requerimientos específicos. No se debe olvidar el tipo de empaque que se utiliza dentro de los contenedores, pues en los últimos años se ha aumentado el uso de plástico expansivo, el cual genera un aumento del riesgo.
El segundo elemento que se debe tener en cuenta para la cuantificación del riesgo es la configuración de almacenamiento. El uso de estanterías horizontales o verticales afecta el flujo de aire, lo cual puede llegar a potencializar o disminuir la propagación del incendio en la bodega. Adicionalmente, si se cuenta con un sistema automático de rociadores, es importante contemplar el tipo de almacenamiento y estantería que se utiliza, pues estos no deben interferir con el funcionamiento de sistema de rociadores. Actualmente, varias de las bodegas con sistemas automáticos utilizan contenedores plásticos de base sellada. Estos pueden afectar la efectividad de los sistemas de mitigación por lo cual se deben considerar medidas alternativas. De igual manera, este tipo de bodegas usualmente tienen una densidad de almacenamiento mucho mayor en comparación con bodegas tradicionales, lo cual aumenta significativamente el riesgo.
Finalmente, el tercer elemento es la altura de almacenamiento. Esta no solo tiene un impacto en los sistemas de supresión que se pueden utilizar, sino que también aumenta la dificultad de controlar un incendio. Las bodegas actuales que hacen uso de sistemas automáticos tienen la ventaja de poder almacenar en una altura mayor, y en muchas ocasiones hacen uso de los elementos estructurales como estanterías de almacenamiento, aumentando el riesgo de colapso estructural. Actualmente, no se cuenta con una guía específica para bodegas con almacenamiento automático por lo cual se debe realizar un análisis por desempeño del sistema de protección contra incendios que aplica a este tipo de industria.
En conclusión, a pesar de que existen códigos prescriptivos que detallan los sistemas de protección que se pueden implementar en bodegas, es importante reconocer que los sistemas de almacenamiento están evolucionando. Por lo tanto, se deben contemplar otros riesgos que están por fuera del alcance de los códigos prescriptivos. Ayúdanos compartiendo este blog con tus colegas para que esta información alcance el mayor número de personas y tenga un impacto significativo.
Referencias:
