NFPA 3. Norma para el comisionamiento de sistemas de protección contra incendios y seguridad humana – Edición 2018
Al momento de planear la construcción de una edificación, se determina qué tipo de sistema de protección contra incendios y/o seguridad humana se va a implementar, normalmente para esto se contratan varios equipos de trabajo, por ejemplo por un lado, el equipo de rociadores y por otro el equipo de detección. Sin embargo, en ningún momento de este proceso se ha pensado en cómo estos sistemas van a trabajar juntos, ni mucho menos quien es el responsable de integrarlos. Al finalizar el proyecto, el propietario de la edificación recibe diferentes sistemas de protección y seguridad de manera individual, y este queda con un sin sabor, al no obtener la protección que fue concebida como expectativa desde el inicio del proyecto. Para evitar este inconveniente se requiere una validación y acreditación de los sistemas desde el inicio del proyecto hasta el momento de ocupación de este, esto es logrado mediante un proceso de comisionamiento.
El objetivo del proceso de comisionamiento es poder completar, verificar, y documentar el funcionamiento de los sistemas de protección contra incendios y seguridad humana, de acuerdo a los objetivos y criterios planteados. En el 2007, la Agencia Nacional de Protección Contra Incendios (NFPA por sus siglas en inglés) publicó por primera vez un documento guía para realizar el proceso de comisionamiento de sistemas integrados de protección contra incendios y seguridad humana. Dicho documento se consagra bajo la norma NFPA 3, que en sus primeros años fue promulgada como una práctica recomendada, es decir no era obligatorio su cumplimiento, sin embargo, a partir de su edición 2018 se considera norma, siendo de obligatorio cumplimiento, esto con el objetivo de ser citada en otras normas pertenecientes a la NFPA. En este artículo, se busca esquematizar la norma NFPA 3, que trata el proceso realizado para validar y acreditar los sistemas de protección contra incendios y seguridad humana.
Este proceso de validación y acreditación puede ser visto desde cuatro fases, dentro de cada una se encuentran documentos indispensables para poder culminar el proceso. La primera es la Fase de Planificación; luego de crear el equipo responsable del proceso, en un trabajo en conjunto con el propietario, se deben elaborar los requisitos del proyecto, este es un documento fundamental que compila la descripción general así como los requisitos de la ocupación, consideraciones y limitaciones del presupuesto, entre otros.
Una vez se cuente con el OPR, se puede dar inicio a la Fase de Diseño; en esta se debe elaborar la Base del Diseño (BOD por sus siglas en inglés) el objetivo de este es describir las intenciones, las asunciones y las especificaciones que fueron usadas para satisfacer el OPR, esto se hace mediante una descripción narrativa que incluye una interpretación del OPR, la descripción del proyecto, los reglamentos normativos que fueron aplicados, los criterios y características de cada uno de los sistemas de protección, la intención del diseño, la secuencia de operación del sistema integrado, los criterios de pruebas, entre otros; así mismo se deben adjuntar los planos y las especificaciones de los sistemas de protección contra incendios y seguridad humana.
El BOD es un documento indispensable para poder desarrollar este proceso de validación y acreditación, el objetivo de este es mostrar cómo se integran los sistemas y cómo deberían funcionar de forma óptima. Para esto se crea la Matriz de Secuencia de Operación, junto con la matriz funcional integral en la que se exhiben todas las entradas del sistema y las funciones de salida asociadas, estas son usadas para desarrollar el plan de las pruebas de los sistemas integrados, específicamente la metodología de prueba y los escenarios de las pruebas.
Durante la Fase de Construcción el concepto de diseño y las opciones exploradas en la Fase de Planeación se vuelven tangibles. Sin embargo, es importante recordar que durante esta fase se debe de igual manera verificar que los materiales, la construcción y la instalación cumplan con las bases del diseño. Vale aclarar que esta actividad se puede superponer o incluso llevar a cabo durante la Fase de Diseño, debido a la cercanía entre dichas fases, la norma permite flexibilidad en esta tarea, solo se debe ser consciente que la revisión y verificación hacen parte de la Fase de Construcción.
Finalmente, se encuentra la Fase de Ocupación, en esta se debe documentar y completar las pruebas restantes de aceptación, también presentar toda la documentación, dentro de lo que se encuentran, planos, software, manuales del sistemas, registros de las pruebas y de las inspecciones, entre otros. Otra actividad que se debe considerar en esta fase son las capacitaciones, aunque estas pueden empezar desde la Fase de Construcción (otro ejemplo de la flexibilidad de la norma en cuanto al desarrollo de actividades), la norma no específica un tiempo mínimo de capacitación, esto es potestad del equipo responsable y depende de la complejidad del sistema integrado. Si está planeando desarrollar una edificación, ya sea un edificio de grandes superficies, almacenamiento, hotelería, oficinas, una clínica, un parqueadero u otros, tenga en cuenta que es importante proteger de un futuro incidente a sus ocupantes y a los activos que la edificación representa, para esto se implementan los sistemas de protección contra incendio y seguridad humana, dentro de estos sistemas se encuentran, sistemas de rociadores, sistemas de alarmas, sistemas presurizados; sin embargo individualmente no cumplen el objetivo de protección al nivel deseado, para esto es necesario integrarlos, y que funcionen como un único sistema.
